Educar en Multiculturalidad: educar en individualidad es formar identidad

martes, 17 de junio de 2008

EL GRITO MANSO


EL GRITO MANSO


La lectura de El grito Manso se erige como una llamada a rebelarnos contra una educación injusta, comercializada y elitista, fomentada por las políticas neoliberalistas de los gobiernos sudamericanos.

Paulo Freire reivindica la vigencia de la lucha contra la opresión de los grupos de poder.

El libro habla de la responsabilidad que como educadores tenemos en nuestras manos, para despertar conciencias adormecidas, acalladas por condiciones de vida y una educación poco dignas. Esta responsabilidad nos lleva a tomar conciencia de nuestro papel en la sociedad, de la dignidad del ser humano y de sus legítimas demandas de aspirar a una vida

Resalta en el educador, como características, su dimensión ético social, su criticidad del medio y su influencia esperanzadora en las nuevas generaciones. El educador debe dar fe de una tolerancia y aceptación del alumno, debe desprenderse de prejuicios o estereotipos: en el aula de clases, todo alumno tienen acceso e iguales oportunidades para acceder al saber o, al menos, eso debe procurar un profesor. Por otro lado, un profesor desesperanzado, que no cree en el cambio, difícilmente va a inculcar a sus alumnos la idea de cambio, de que las desigualdades de la sociedad pueden ser reformuladas.

El autor promueve y difunde el término concientización, como el apercibimiento del hombre del hecho de que es capaz de modificar su cultura y dar una vuelta de tuerca a prácticas esclavizantes y autoritaristas en contra de los grupos más desfavorecidos por parte de los grupos económicos dominantes.

Destaca el autor también de la necesidad del hombre de agruparse, de politizarse para adquirir fuerza y aunar esfuerzos. El grupo se impone como un medio, como una herramienta de trabajo, para la discusión, para la oposición a la ignorancia de los móviles de de los grupos de poder y para reformar los paradigmas de la sociedad.

Cabe hacer un paragón con Alexander S. Neill, contemporáneo de Freire, con quien tienen similitudes en sus planteamientos, pues abogan por una aproximación a los alumnos de manera amorosa, abierta al diálogo y llana a la crítica y reflexión, aún a la de los disidentes, a la de quien en apariencia – sólo en apariencia – es ajeno a mi mundo, pues “es necesario aprender a escuchar”, dirá Freire. Y ello implica un respeto a las diferencias, sean del tipo que sean.

Claramente, los postulados de Freire, su legado, siguen y seguirán vigentes. Todavía en nuestro país debemos luchemos contra el desempleo, salarios poco dignos, la discriminación social, racial, laboral, de género, la inequidad educacional, la discriminación y violencia hacia la mujer y una falta de identidad como pueblo, que nos aliena. Son todas estas cosas las que nos vuelven una masa domesticable, a la que hay que entretener con promesas o campañas amarillistas. Paulo Freire nos convoca a estar atentos a estas situación, a ser miembros críticos de la sociedad.

1 - ¿Cuál es la idea de Hombre que propone Paulo Freire?

El autor caracteriza al hombre – y mujer, esto lo enfatiza en reiteradas ocasiones – cómo seres incompletos e inacabados. Es decir, somos seres imperfectos, pero perfectibles y nuestra naturaleza propende a recrearnos, a perfeccionarnos.

Mas para esto el hombre debe adquirir conciencia de su imperfección y ello por su natural característica de ser un animal curioso, que está en permanente búsqueda de respuestas y de interrogantes acerca del mundo y de su destino y de su papel en él. Es esta curiosidad la que lo conduce al conocimiento de sus potencialidades, pero también de sus limitaciones, carencias y de su propia ignorancia. El estar conciente de todo ello, lejos de alimentar un fatalismo, conduce al hombre a tomar parte responsablemente de las transformaciones que deban operarse en la sociedad para reestablecer un equilibrio social y condiciones dignas de educación de calidad para todos. El desequilibrio que según las concepción freireana se debe los postulados neoliberales que nos imponen una idea falsa de que la lucha está acabada, y no hay más que hacer que someterse a la globalización y la economía de mercado.

En el transcurso de la vida cotidiana el hombre se despersonaliza; la conciencia de su propia realidad se hace menos clara, entre las presiones laborales, económicas, políticas, una vida de consumismo. La educación pasa a ser un producto en vitrina, accesible a quien tiene los medios de comprarlo.

La educación para la clase popular, es más bien alienante. Busca capacitar, instruir, se ve a las personas como entidades productoras, pero no formar personas, hombres con capacidad de plantearse interrogantes, de reflexionar, de críticar y capaces también de formular soluciones.

Paulo Freire llama a los mansos, a aquellos sectores más desposeídos, a rebelarse contra el determinismo histórico que desde hace siglos imponen los grupos opresores del momento; historicamente Sudamérica ha sufrido los abusos de los conquistadores, de los terratenientes, o de los dictadores de turno, que aniquilaron sus costumbres, creencias, ideologías, sueños. Aniquilaron conciencias a tal modo que el propio pueblo, adoctrinado en estas ideas, se segrega, se atomiza por prejuicios sociales, raciales, religiosos; se desentiende de los otros no siendo capaces de ver los objetivos comunes que les unen. Convoca entonces a los sectores populares a unirse y a usar su capacidad de constituirse como grupo para aunar esfuerzos, intercambiar ideas, posibilitar la crítica y estar más informados. Y así poder hacerle frente a los grupos de poder extranjeros y a los políticos inescrupulosos.

Acertadamente afirma Barylko, "criticar es poner en crisis los dogmas y los absolutismos"

Me parece notorio que Paulo Freire haga siempre mención a la mujer; no es un mero adorno estilístico en su oratoria, pues hoy todavía esta sociedad es machista, y la discriminación a la mujer, a pesar de creernos en franco avance en este sentido, aún continúa. Según datos del informe Capital Humano, de José Joaquín Brunner, en Chile hoy tan sólo un 33% de la fuerza laboral de trabajo, la constituyen mujeres, y asimismo, mujeres con iguales competencias que los varones, perciben un tercio menos del salario de estos. Contra situaciones como estas es que el ser humano puede actuar como transformador de su medio.

2 – Explique en qué consiste la Direccionalidad y politicidad de la educación, y la relación existente entre ambos conceptos.

Ambos son elementos de la situación educativa. Equivocadamente se podría entender a la direccionalidad, como dirigismo, como una implantación de ideologías en el alumno. No se trata de imponer esquemas políticos en el alumnado, menos aún de introducirlos de manera socavada o dar mensajes de dobles lecturas. La direccionalidad tiene relación con los fines de la educación, los objetivos a alcanzar, los ideales y sueños que pretenden realizarse en la realidad educativa. La direccionalidad tiene que ver con el momento cúlmine de la educación, su cenit, apunta a la concreción de determinadas perspectivas de mundo que trascienden los muros de clases. Toda educación tiene miras a algo, optar por formar a los alumnos en una pedagogía democrática o por una autoritaria y dogmática, es ya indicador de una tendencia, de una opción, de una direccionalidad.

Ahora bien, hablar irresponsablemente de temáticas políticas en el aula de clase, no cuidando un adecuado marco teórico al tema, me parece pernicioso. Puedo colegir que la intención del autor es que haya una adecuado – e informado – tratamiento de aquellos temas. Pero pienso que es necesario inculcar en el alumnado una conciencia de su realidad que les permita modificar sus condiciones de vida, cuando estas sean injustas.

Creo que debiera enfatizarse el tema de la educación cívica en los niños, quizás incluirse como ítem dentro de currículo para que el alumno.

Sobre la Politicidad, esta va estrechamente ligada a la direccionalidad. El ser humano es por naturaleza un animal político - el zoon politikoon de Aristóteles –; siempre lo ha sido, desde su aparición en la tierra, en que comenzó a organizarse en bandas y tribus.

Paulo Freire habla de una politicidad en el sentido de que el maestro debe tener clara la opción política a la cuál adscribe. Esto no pasa tanto por el pertenecer a x partido, sino a el tener claro sus planteamientos, sus ideales para transformar realidades problemáticas. Es decir, el profesor puede ser un conformista, sino que tomará un rol activo, transmitirá sus esperanzas – y su descontento, por qué no – al alumnado; y lo hará con amor, aceptando y no discriminando a sus alumnos.

Me cabe decir que política en este sentido no es sólo pertenecer a tal o cuál lineamiento político. Se infiera que esta politicidad, según el pensamiento freireano, alude al hecho de que el hombre necesita agruparse para adquirir fuerza en sus demandas. Es cierto también, que es deseable que el educador sostenga una postura política. El educador debe ser una persona informada y participante de la realidad que le circunda, no un ser apático, que sólo va a pasar materias.

3 – En el capítulo “El conocimiento como mercancía”, de Pablo Imen, se habla de la educación, como herramienta de dominación, en la medida que se hace omisión del “afuera”, de lo extraescolar. ¿Qué entiende usted por esto? Ejemplifique.

Esto ocurre cuando la educación se convierte en una institución opresora más, en tanto en tanto silencian los acontecimientos sociales adyacentes a la acción educativa. Se acalla el grito de una sociedad que demanda con urgencia una igualdad de oportunidades en la educación, la marginación social y la situación de desprotección y abusos en la que se ve inmersa. Ocurre esto en nuestro país

Hacer partícipes a los alumnos sobre la inoperancia del sistema político, de que la falta de libros en las aulas es producto de la manejos ineficaces de los recursos o de posibles corruptelas políticas, es hacerle conciente de que la responsabilidad pasa por un sistema político mal organizado o movido por intereses partidaristas, que no es capaz de satisfacer las necesidades a las que está comprometido por ley. Y que entiendan también que es el hombre quien mueve a la historia y quien debe inventar nuevas formas de luchar contra la opresión.

Entendiendo esto, podrán operarse cambios en la sociedad. Un hombre aislado, no hace nada. Un gremio sí.

El educador debe hacer que los alumnos entiendan los mecanismos que operan en la sociedad, que sepan leer los dobles mensajes en las palabras de los políticos.

Es unicamente mediante la concientización de la que habla Paulo Freire, que el alumno tomara parte responsable en la lucha contra la desigualdad social.

Si a un alumno se le hace partícipes de que la falta de materiales en la sala de clase, la goteras en el colegio, no son algo “normal”, sino una falla del sistema, se le está entregando el mensaje de que él es capaz de restituir sus derecho a mejores condiciones de vida y que no está condenado a la humillación, a la indiferencia social. Sus problemas, sus historias de vida, sus carencias, estas son realidades de las que ellos mismos deben hacerse conscientes y deben hablarse en clases.

viernes, 6 de junio de 2008

3º Análisis Artículo "Creatividad y Educación"


Educación Social

Año 2. Número 7. Octubre 2005

por Miguel Cendeguá

Creatividad y Educación

"Esta sociedad, caracterizada por una dinámica vertiginosa y competitiva, se refleja en una sucesión continuada de cambios de variada naturaleza que afectan en mayor o menor medida a nuestra forma de vida, de pensar, hacer, enseñar, etc."


1 - Esta sociedad, caracterizada por una dinámica vertiginosa y competitiva, se refleja en una sucesión continuada de cambios de variada naturaleza que afectan en mayor o menor medida a nuestra forma de vida, de pensar, hacer, enseñar, etc. Con frecuencia el cambio nos sobrepasa, si bien la percepción de estas transformaciones depende de muchos factores, ambientales, psicológicos, sociales... y, por supuesto, no se percibe la misma dinámica en un entorno rural o en uno urbano, en un contexto enriquecido o en uno empobrecido, en una institución abierta al cambio o en una cerrada.

2 - Este mundo en continuo cambio necesita personas creativas, y teniendo en cuenta que la creatividad forma parte del desarrollo cognitivo y está estrechamente vinculada con la inteligencia, los docentes tendremos presente que lo realmente importante y valioso es que la creatividad puede ser educable.

3 - Desde este punto de vista, debemos reflexionar y considerar la importancia que en la tarea educativa adquiere el desarrollo de la capacidad de “aprender a aprender” frente a la de almacenar conocimientos. Los contenidos de tipo procedimental (saber hacer) y actitudinal (saber valorar) ganan terreno frente a los de naturaleza conceptual. La capacidad crítica y colaborativa son la vía de entrada para establecer conexiones intra e interpersonales. Ahora bien, hemos de considerar, que junto al desarrollo de la metacognición “aprender a aprender” es necesario que los alumnos sepan como hacer frente a las nuevas situaciones con las que se encontrarán, es decir, que “aprendan a emprender”. En definitiva parece urgente y necesario prestar atención al desarrollo de la creatividad y el pensamiento divergente para educar en la “adaptabilidad personal” ante las diferentes opciones que se ofrecen en cada segundo de nuestras vidas.

4 - Cuando un niño entra en la escuela posee una inclinación creativa que debemos cuidar con mimo, porque la tendencia es que la vaya perdiendo con los años a causa de los bloqueos emocionales, personales, educativos y socioculturales.

5 - En este sentido, la importancia de las aportaciones que debemos hacer en las etapas de Educación Infantil y Educación Primaria adquieren una singular relevancia.

6 - En general, todos los seres humanos nacemos creativos en mayor o menor grado. En el caso de los niños no es necesario motivarles para que sean creativos, bastaría con suministrarles un ambiente rico en posibilidades, que tengan suficiente libertad y que su curiosidad sea estimulada convenientemente, favoreciendo su necesidad de explorar y de experimentar las cosas. Lo que nos debe preocupar a padres y educadores es cómo evitar las restricciones de estas capacidades, tanto en el orden físico como en el psíquico, tanto en el desarrollo de su personalidad como en la adquisición de valores.

7 - Por ejemplo, una escuela no creativa, racionalista en sus conceptos e ideas, rígida e inflexible en su estructura y disciplina, transmite siempre un mensaje inequívoco de lo que “no se puede hacer”, por encima de lo “que se puede hacer”.

8 - Sin embargo, una escuela dinámica, humana, reflexiva, cooperativa, sensible a las necesidades de los alumnos, estimuladora del juego físico e intelectual, de las interrelaciones y encuentros múltiples, de la actitud positiva y del humor, del gusto por las ciencias experimentales... transmite, desde los inicios, un mensaje centrado más en lo que “se puede crear y proponer” que en lo que “no se puede hacer”. Es una escuela donde se facilita la surgencia de las capacidades creativas.

9 - Una de las primeras consideraciones que hemos de tener en cuenta es que los profesores son únicos e irrepetibles en sus concepciones, ideas, expectativas y creencias y que, no todos tienen conciencia del papel que desempeñan en el desarrollo de la creatividad de sus alumnos.

10 - Cuando un docente está implementando contenidos tintados de creatividad, valora el “talento creativo” y, como consecuencia, potencia, recompensa y reconoce las producciones y expresiones divergentes, fomenta la comunicación, el intercambio y la ayuda entre unos y otros, en su proceder metodológico intenta crear el clima de clase adecuado y desarrollar en los alumnos las capacidades y cualidades más características de la creatividad: originalidad, expresividad, diversidad, flexibilidad, inventiva, curiosidad, sensibilidad...

11 - La sensibilidad frente a los problemas se revela como una habilidad importante en el desarrollo de la creatividad, la inteligencia emocional de un niño y su capacidad de pensamiento divergente le permiten deducir antecedentes lógicos de una situación, saber ver la totalidad, obtener datos suficientes de la misma y decidir sobre las alternativas ofrecidas.

12 - En el desarrollo de esta sensibilidad lo que se busca es, sobre todo, potenciar la curiosidad, la detección de incongruencias, la carencia de elementos y la incoherencia, en definitiva, estamos formando en capacidad crítica, en el análisis global de un problema y en la pertinencia de nuestras decisiones.

13 - Si la creatividad en la escuela es “necesaria”, debemos hacerla “posible” desde la perspectiva de la enseñanza, proporcionando materiales estimuladores de la imaginación, ofreciendo un tiempo de reflexión y pensamiento para que los alumnos creen, animándoles a que se expresen cuando tienen algo que decir, valorando sus expresiones originales, aceptando la inclinación de algunos alumnos a adoptar puntos de vista diferentes, apreciando su individualidad. De la perspectiva del aprendizaje no debemos preocuparnos, dejemos que los alumnos se expresen y fluyan en creatividad, y pronto observaremos como toman las riendas de su propio destino.

14 - Educar para la creatividad tiene siempre efectos positivos, tanto para cada alumno como para la sociedad, pues, en general, las personas creativas son siempre sensibles a los problemas humanos, distienden y crean climas de paz y solidaridad, son flexibles y fluidas, originales, autónomas e inconformistas, ofrecen alternativas y liberan tensiones, son auténticas lanzaderas de grupos hacia la búsqueda y conquista de nuevos progresos, y son interlocutores empáticos capaces de humanizar las relaciones.

15 - Quizá la verdadera importancia del desarrollo de la capacidad creadora en la escuela se sitúe en lograr todas estas ventajas.

16 - En este contexto la labor de la escuela no es tanto la de fomentar la creatividad con el uso de técnicas creativas específicas (por otro lado indudablemente útiles) sino fundamentalmente la de eliminar todo bloqueo de la creatividad mediante la proporción de un clima de confianza, libertad, sensibilidad, tolerancia, juego, armonía, diálogo y crítica en el que todos los niños se sientan queridos, valorados en sus facetas convencionales y en sus facetas diferenciales y sustancialmente valiosos como personas. Para ello no solo debemos fomentar el respeto y la divergencia sino ser un vivo ejemplo de ello, ya que la creatividad es un núcleo de ideas, conceptos, técnicas y estrategias aplicables a todas las áreas y a todas las situaciones escolares, desde la organización del mobiliario, la decoración de la clase, el sistema de agrupamientos, la metodología empleada, la exposición de los trabajos de los niños, el tipo de interacción alumno-profesor, etc.

17 - Obviamente, aunque parezca una incongruencia, no existe una legislación específica para la aplicación de la creatividad en la escuela, porque entraría en contradicción con el concepto mismo, sin embargo, disponemos de bibliografía y estudios sobre la misma que nos ayudarán en la siempre difícil tarea de defender su incorporación a la escuela, sobre todo si la creatividad no es considerada como posible y necesaria.


ANÁLISIS

Nota: para una mejor lectura de este análisis, he asignado a cada aserto del artículo un número, correspondiente con el análisis abajo escrito.

¿Se está dando a los alumnos la educación que necesitan? ¿O nos hemos ido quedando con los antiguos esquemas con los que a nosotros nos educaron? Mucho se habla de la creatividad ¿Qué entendemos por creatividad? ¿De qué modo podemos mantener la creatividad en las personas a quiénes educaremos? Son algunas interrogantes que han surgido en mí en el desarrollo de nuestras clases. He ahí el motivo de escoger esta temática.

Cendegua en su artículo pone de manifiesto la importancia de la creatividad en el proceso educativo, el papel del profesor como garante de esta creatividad, quien más que un propulsor de esta creatividad es quien da libertades para esta facultad presente naturalmente en todo ser humano se potencie y cómo ella permitirá a los pequeños el día de mañana, adaptarse a las ciruncunstancias o bien modificarlas según las necesidades imperantes en la sociedad.

1 - El autor Miguel Cendeguá comienza caracterizando al agitado y competitivo ritmo de vida en el que hoy por hoy debemos desenvolvernos y que tienen incidencia en nuestros esquemas de vida: nuestra manera de pensar y de proceder. Afirma algo que ya muchos conocemos por experiencia: la modificación permanente de nuestra realidad parece excedernos y vamos quedando rezagados, aun cuando tales cambios se experimentan de distinta manera de acuerdo al contexto. La vivencia de estos cambios, será distinta en una atmósfera represiva a una donde existe apertura de criterio, o en una localidad rural y empobrecida a una urbana y dotada de recursos.

2 - Cendeguá nos reafirma algo que es casi de sentido común: para estos cambios, hay que estar preparados. La sociedad requiere de individuos creativos. Cabe entonces preguntarnos qué es lo que entendemos por creatividad.

Joy Guilford, psicólogo norteamericano, define la creatividad como “una forma de pensamiento que se desencadena en un sujeto como consecuencia de la percepción de un problema y que posee diversos componentes”, tales como sensibilidad (vista como reconocimiento de problemas y sus dificultades), fluidez, flexibilidad, grado de elaboración, originalidad y redefinición de ideas frente a distintas situaciones.

Entendemos, de todo esto, que la creatividad supondría una alta adaptación al medio, por lo que tiene una fuerte vinculación con el desarrollo de la inteligencia.

Consecuentemente, el autor manifiesta que la creatividad forma parte del desarrollo cognitivo y que se vincula con la inteligencia. Muchos estudios - partiendo desde el inglés Galton - avalan que la inteligencia es en gran medida producto de la herencia. Aunque no es el propósito argumentar mayormente sobre ese tema, siempre ha habido una disyuntiva entre los factores herencia y ambiente, como causales de la inteligencia. No obstante, dirá Cendeguá, lo valioso es que la creatividad puede ser educable.

Concuerdo con lo expresado por el autor. A mi modo de pensar, la creatividad como potencialidad se haría manifiesta, de una u otra manera, en todo ser humano, pues poseemos un repertorio muy vasto de conductas, de formar de sentir, de maneras de ver el mundo. Y es que en realidad, y al decir de Suinot, es la existencia, la vida la que “es creativa, porque se organiza y regula continuamente engendrando novedades”. Si bien esta creatividad tendría un grado de dependencia del mayor o menor potencial intelectual que nuestra carga genética nos ha dotado y la complejidad de nuestros esquemas cognitivos depende de ella (la carga genética), tenemos la posibilidad de maximizar – o atrofiar – nuestra natural tendencia a la creatividad.

La capacidad creativa es desarrollable y es fundamental que trabajemos en ella en una etapa crucial para el desarrollo emocional y cognitivo: en los primeros años de vida. Más aún, al decir de Humberto Maturana, “todos los seres humanos, salvo situaciones extremas de alteraciones neurológicas, por el sólo hecho de existir en el lenguaje, somos igualmente inteligentes”.

3 – Por tanto, retomando el curso del texto, el autor nos conmina a plantearnos el interés que tiene en la educación el “aprender a aprender”, por sobre el almacenamiento de contenidos. Actualmente una corriente en boga en la actividad educativa es el constructivismo, el cuál en una somera explicación, es una corriente que plantea que el conocimiento, destrezas sociales y afectivas del sujeto no son tan sólo producto del ambiente o resultado de sus disposiciones internas, sino una construcción propia que se va produciendo día a día como resultado de la interacción entre esos dos factores. Esta corriente, base de la educación actual, sostiene que el eje de los aprendizajes es la creatividad.

En concordancia por lo expresado por el autor, las investigaciones actuales en economía del conocimiento, dan cuenta de que actualmente se le da mayor importancia al saber cómo y el saber quién 1, como naturaleza creativa del conocimiento, por sobre el saber qué y por qué 2 ,que tienen que ver más bien con la naturaleza conceptual de este. El autor destaca la criticidad y colaboración como puentes para establecer relaciones intra e interpersonales. Es decir, el desarrollo de la capacidad creativa posibilitaría un autoconocimiento y unas mejores relaciones sociales. Entiéndese entonces que la creatividad está tremendamente ligada a la relación con otros; nos permitiría un mejor desarrollo no sólo a nivel individual y cognoscitivo. Vienen al caso, las palabras de Abraham Maslow, psicólogo norteamericano, “La creatividad constituye una característica universal de las personas que se autorrealizan”. Sin la cooperación del otro, sin percibir al otro como un espejo, como un aporte que permite enriquecer nuestras perspectivas este desarrollo personal queda bastante limitado.

4 y 5 - Es tarea, entonces, del profesor propender a que esta capacidad se expanda y propague. Ya lo decía Albert Einstein: “El arte supremo del maestro es despertar la ilusión por la expresión creativa y los conocimientos”. Nos encontramos condicionados por variables socioculturales y del entorno familiar que pueden coartar las naturales tendencias creativas. Refrendando lo expresado por el autor, el aporte de la escuela y los educadores en este sentido es de suma importancia, sobre todo en hogares donde hay carencias afectivas, desaprobación y poca preocupación por los aprendizajes del pequeño 3.

6 – Cendeguá refuerza la idea de que toda persona posee una capacidad creativa, en mayor o menos cuantía y que en el caso de los chicos, basta con darles una estimulación suficiente, dotarlos de recursos novedosos y de libertad para explorarlos y hacer uso de ellos. El autor

Pero en una educación donde se de preponderancia y se fomente el pensamiento convergente, la uniformidad de criterio, la educación memorística, el conformismo, la obediencia, la seguridad y el orden, la capacidad de crear y generar ideas de los chicos quedará marginada de las aulas. Peor aún, anulará la tendencia creativa en todo ámbito.

.

No quiero decir con esto que la memoria, la obediencia y la disciplina sean despreciables ni mucho menos. Por el contrario, no se puede minusvalorar la capacidad de seguir las normativas, pues también implica una facultad muy importante: la facultad de adaptación. Pero habrá momentos en que debamos adaptarnos, y otros en que debamos improvisar. Quiero decir que debe haber un equilibrio entre el desarrollo de esquemas propios y la capacidad de ceñirse a las normas que imponen instituciones o sistemas, pues el desarrollo de ambas capacidades son deseables dentro del aula y esenciales para la vida futura.

Pienso que el profesor también tiene que ser creativo y plantearse posibles respuestas frente a las problemáticas del aulas. Aunque tampoco se trata de hacer magia, es indudable que hay limitantes económicas o una falta de apoyo de la comunidad - de la familia – que a su vez coartan el desarrollo del niño. Lo que no se hace en casa, es tarea muy ardua de corregir en el aula. Peor aún, cuando en casa se contravienen los esfuerzos desplegados por los docentes. Aún así, esto no es excusa para renunciar a los ideales que nos hayamos propuesto.

Es importante la confianza que depositemos en nuestros alumnos. No nos importen tanto los resultados; centrémonos en el proceso. Se estropea el material… no importa. Recuerdo mis años de escolar y siento que no fui educada para la creatividad; en clases que supuestamente tienden al desarrollo creativo, como artes plásticas, a menudo se nos limitaba a copiar modelos establecidos. Siendo muy niña, recuerdo que quise pintar algo que había soñado y no el “bonito paisaje” que tenía en mente la educadora a cargo, por lo que tuve un “no logrado”. Aunque lo recuerdo anecdóticamente, para la sensibilidad de un niño puede ser una experiencia frustrante y limitadora. Creo que el hacerles sentir que sus aportes, enfoques o iniciativas son importantes para nosotros como adultos, los dotará de una mayor seguridad en sí mismos. Si bien es importante que los chicos aprendan a ajustarse a ciertas pautas, también es necesario que ellos mismos logren ser los creadores de tales pautas. No siempre estaremos para apoyarlos y resolver sus problemas, siempre surgirán situaciones problemáticas, inesperadas, los tiempos irán cambiando al mundo y ellos.

7 – El autor caracteriza las limitaciones a las que la “vieja escuela” se ciñe: una rigidez excesiva de conceptos, poca flexibilidad, corta en imaginación y larga en prohibiciones. Una tradición sabia no tiene porque ser anticuada. Si un modelo antiguo nos sirve, al contrario, debiera rescatarse. Lo que se critica es el añejamiento de ideas, el uso de esquemas de comprobada ineficacia y que, sin embargo, continúan aplicándose. El sistema educativo tradicional – hegemónico - impone al alumnado un currículo con programas y contenidos invariables; se les da conocimientos elaborados y sistematizados y se les compele a “memorizar” sin reflexionar los temas. Ejercer un autoritarismo sobre los alumnos, bien sea de manera violenta, minusvalorando sus iniciativas o de forma más bondadosa (pero igualmente nociva), pautando de manera rígida lo que “pueden y no pueden hacer”, significa hacerlos sentir incapaces e inseguros de que puedan hacer algo por sí mismos. Los convertiremos en seres temerosos de la desaprobación. “Son malos los descubridores que creen que no hay tierra porque ellos sólo ven el mar”, diría Francis Bacon, filósofo inglés. Estaremos dando instrucción, mas no una verdadera educación.

Por otro lado, me parece necesario enfatizar que la creatividad no es un “hacer por hacer”. La creatividad irá de la mano con el conocimiento, pero este conocimiento no será tan sólo una acumulación de datos, no será enciclopédico. Será conocimiento para la acción. Y esta acción tendrá fines, tendrá objetivos definidos, pues la educación no es un activismo ciego El profesor Altarejos dirá que “en un saber de la acción, se necesita actuar para poder saber; si no se obra, no se conoce”.

La creatividad nos remite a la idea de espontaneidad, pero va aparejada a la racionalidad.

Citando al profesor Francisco Altarejos, “No sólo el educando necesita ejercitarse para educarse, sino que el educador ha de educar para ser educador”. Y para ello, es necesario también que los profesores sean capaces de superar los esquemas educativos que ya no se adecuen a las actuales exigencias del medio.

8 - Por el contrario, un sistema educativo más flexible, humano, personalizado, que toma en cuenta los requerimientos de los alumnos y favorece la expresión de estos, su capacidad de compartir y dialogar; en definitivas, que los estimule a explorar y razonar, entrega a los alumnos una visión más positiva y constructiva de la realidad. Despréndese de las palabras de Cendeguá, que el mensaje que con esto se entrega al educando es que este tiene una capacidad para construir su propio aprendizaje y en el futuro dar solución a realidades injustas o inadecuadas a los tiempos que corren.

9 – Llama nuestra atención el autor, sobre el hecho de que cada maestro posee una particular e inimitable manera de conceptuar, creer, idear y planificar la realidad. Podemos colegir de esto, que cada maestro tiene potencialidades y cualidades distintas que desplegar en el aula. Cada uno de nosotros, siente de manera distinta la educación y esperar entregar determinadas enseñanzas o valores a sus alumnos, dando más énfasis a unos por sobre otros.

10 – En plena concordancia con lo expresado por el autor, cabe decir que si realmente tomamos conciencia, del importante rol que jugamos en la vida de los niños, si nosotros mismos nos reconocemos como seres creativos y nos esforzamos por desenvolver nuestra creatividad para imprimirla en los contenidos, estaremos valorando y reforzando las conductas creativas de nuestros alumnos. Ayudaremos a formar a chicos más auténticos, originales, espontáneos, menos temerosos a los cambios, inquisidores, capaces de improvisar y dar soluciones cuando sin que todo deba estar pautado.

11 – Prosiguiendo, expresa el autor que la capacidad de captar, de detectar problemáticas – o yendo más allá, de problematizar, de crear dilemas – será una habilidad de suma importancia en el desarrollo creativo. Se hace patente lo importante que es un desarrollo de la inteligencia emocional. Un niño educado en un clima escolar favorable, en un marco de respeto, colaboración y aceptación en la diversidad, será capaz de desarrollar un pensamiento propio, divergente, que le permitirá ver todos los prismas posibles de una problemática y saber elegir sabiamente de acuerdo a las opciones posibles.

12 – Desarrollando la capacidad creativa, dirá el autor, se fortalecerá la curiosidad, la capacidad de detectar problemas, incoherencias o digresiones. Esto tiene que ver con la capacidad crítica en el análisis de los conflictos que se presentan en la vida diaria, en el mundo extremadamente complejo y competitivo en el que vivimos. Muy al caso vienen las palabras de Abraham Maslow, “Educación es aprender a crecer, aprender cómo crecer, aprender que es bueno y malo, aprender que es deseable e indeseable, aprender qué escoger y qué no escoger”.

13 – Cendegua afirma que es necesario posibilitar, hacer factible, la creatividad en la enseñanza. Esto, mediante la implementación de material que sirva de estímulo a la inventiva y mediante la acogida de la perspectiva de los alumnos, aún cuando sean discrepantes o incluso sean posturas erróneas. La educación tradicional, tiende a valorar excesivamente el producto. Es necesario, también, dar valor a las intenciones, al proceso de creación y no dar tanto énfasis a los resultados.

Sin embargo, discrepo en la siguiente afirmación del autor. Dice Cendegua: “de la perspectiva del aprendizaje no debemos preocuparnos”. Concuerdo plenamente en que es necesario dotar de libertad a los alumnos, pues como maestros buscamos que el germen de creatividad que llevan dentro de sí, florezca y de frutos. Pero debemos tener siempre una orientación clara. No se trata de mutilar a nuestro pequeño árbol, pero si de quitar las malezas y guiar – nunca forzar - su crecimiento hacia donde sea más propicio que crezca.

14 - En este punto, vuelve a destacar el autor los efectos positivos de la creatividad, tanto a nivel individual como social. Se infiere de esto, que el estímulo de la creatividad tendría evidentes alcances en el desarrollo personal del sujeto. Orientando a los niños al desarrollo de un pensamiento propio, estaríamos siendo gestores de personas realizadas, que son capaces de crear sus propias estrategias para la resolución de problemas, inclusive no tan sólo para beneficio personal, sino con alcances hacia los demás.

Rollo May, psicólogo norteaméricano, dice acerca de la creatividad: "La Creatividad no es simplemente la espontaneidad inocente de la juventud y la niñez; debe además estar acompañada por la pasión propia del adulto, que es la pasión de vivir más allá de su propia muerte".

15 – Lo que pretende decir en este punto el autor, es que el propio sistema escolar será quien de muestras de una capacidad de innovación, cuando logre promover la creatividad en sus alumnos. Pienso también que muchas veces se requerirá de una capacidad de improvisación, cuando no existen los medios materiales en qué apoyarse para mantener un clima creativo dentro del aula.

16 – En resumidas cuentas, lo que el autor quiere decir es que para ser creativo, un chico necesita fundamentalmente motivación y tolerancia hacia su natural impulso a la confianza, la libertad, el juego, el diálogo y la crítica. Abraham Maslow, psicólogo norteamericano, muy acertadamente dijo Un músico debe hacer música, un artista debe pintar, un poeta debe escribir, si él ultimadamente está en paz consigo mismo. Lo que un hombre puede ser, debe ser”. Seamos entonces, creativos: acomodemos nuestra perspectiva adulta a lo que los más pequeños buscan expresar. No caigamos en la represión, en la desaprobación, en exceso de formalismos, tan sólo porque lo que el alumno expresa no se ajusta a nuestra planificación.

17 – Ultimadamente, el autor hace un llamado a posicionar la creatividad como uno de los pilares en la educación, en muchas aulas en las que parece estar ausente. Nos convoca a tener una mayor apertura frente a las manifestaciones espontáneas de los alumnos, al diálogo.

Finalmente, quisiera comentar algunas impresiones:

La actividad creativa por excelencia es la educación artística, de hecho, se tiende a restringir o a identificar lo creativo al ámbito de lo artístico o manual. En realidad, el arte es uno más de los medios por los que podemos desarrollar una sensibilidad creativa, pero esta creatividad es posible desplegarla en ámbitos como el lenguaje, matemáticas y en las ciencias. Estamos desarrollando una creatividad artística, que es posible extrapolar a todo ámbito de la vida. Me parece fundamental que se de más cabida a la actividad artística, en la medida en que en que pueda extrapolarse e interrelacionarse sus beneficios con las demás parcelas del conocimiento.

El autor nos exhorta, por otro lado, a no sólo quedarnos en las palabras; nos llama a vivenciar y dar ejemplo de creatividad. Debemos procurar innovar y dar el ejemplo, es el profesor el que debe dar instancias de aprendizaje creativo. Es el maestro quien interpretará sacará del bloqueo mental a los alumnos y hará de la clase un momento de placer por aprender. No sólo será portador de conocimientos, sino que será el agente de innovación en el aula. En la medida en que hagamos de nuestros alumnos los protagonistas de la sala, estos mostrarán mayor interés en su propia educación. Debemos darles oportunidades de acción, dotarlos de confianza en sí mismos, de iniciativa, para que sepan a futuro abordar los cambios que esta sociedad, globalizada, fluctuante en los ámbitos tecnológicos, valóricos, laborales, políticos. Chile está dentro de esta aldea global; no podemos quedarnos atrás.

Debemos trabajar en nosotros mismos, como futuros educadores, para poder plasmar en los niños esta creatividad. Instruirnos más, empaparnos de experiencias, nutrirnos en la reflexión conjunta con compañeros, dialogar más quizás, para ser también capaces de dar respuesta a la hora en que se susciten dificultades en el quehacer educativo.

De los planteamientos del artículo, al respecto del desarrollo de la creatividad también rescato la idea de la importancia que los alumnos no estén sujetos a nuestros esquemas mentales. Pues estos esquemas, en el futuro caerán en la obsolescencia. El profesor que está centrado sólo en pasar contenidos y cumplir lo que el currículo establece, es un profesor centrado más en su propio desempeño que en el efectivo aprendizaje de los alumnos. Por otro lado, un profesor que nada más se preocupa de entretener y da rienda suelta al alumno sin poner algún límite que organice la actividad (peor aún, sin tener claro que su objetivo es enseñar), cae en un activismo ciego. La práctica y la técnica son importantes, pero ir siempre unidos a los fines. La educación tiene como uno de sus principales fines la transmisión de conocimiento. Este conocimiento no será sólo conceptual; será axiológico, social y procedimental.

Debemos dar un margen de libertad al alumno, para que pueda hacer despliegue de la creatividad que a futuro le permitirá desenvolverse adecuadamente en la sociedad, no tan sólo para beneficio personal; Hoy nos aquejan serias problemáticas – algunas de ellas abordadas por compañeros – que afectan a la realidad educacional, como la inequidad y la violencia. Debemos procurar que las generaciones venideras no cierren los ojos ante realidades como estas, que tengan capacidad crítica, que sepan reflexionar, innovar y dar soluciones a problemas como estos. Y esto requiere una inyección de creatividad y guía a una juventud, en parte apática, en parte inquieta, pero que parece no saber cómo encauzar sus esfuerzos de manera constructiva.

Por otro lado ¿que hay de la innovación a nivel de gubernamental? Iniciativas como las del “maletín literario”, dan al menos cuenta de una voluntad de cambio, de búsqueda de soluciones, de un no conformarse en el status quo, si bien es muy discutible su implementación, aplicación y sus reales efectos en la población a la cuál se dirige, a los más necesitados. Un tema que da para comentar mucho más, por cierto.

Quisiera destacar, por último, algo que leí hace poco, mientras indagaba en el tema de la creatividad. Un ejemplo a seguir es el caso de la escuela Celestín Freinet en la comuna de La Pintana, en Santiago. En esta escuela, asediada por la delincuencia, se logro marginar este escollo y se implementaron iniciativas como la participación activa de los padres en el establecimiento. En tiempos de recreo, se toca música clásica y se practica un deporte cada semana. En cada sala se ha habilitado una biblioteca y los libros no sólo sirven a los alumnos, sino a los apoderados, promoviendo así la práctica de la lectura y las riqueza que esta nos entrega. Más que loable me parece esta iniciativa. Y si bien está cimentada en “viejas ideas” – la metodología del francés Freinet – son muchas veces las “viejas”, sabias y creativas ideas las que si fueran rescatadas e implementadas de este modo, podrían renovar los aires de nuestra educación.


Sara Gutiérrez Villarroel.